Dieta equilibrada durante el embarazo
febrero 2, 2009
Durante el embarazo es necesario asegurarse de que además de ingerir suficientes calorías éstas proceden de una fuente sana. Hay que procurar tomar comida fresca y variada. A continuación, vamos a citar los cinco grupos de alimentos que no pueden faltar en una dieta equilibrada:
- Hidratos de Carbono: Este grupo de alimentos nos ayuda a sentirnos saciadas y llenas de energía, ya que el organismo tarda más tiempo en absorberlos. Los alimentos que forman este grupo deben representar la mayor parte de la dieta de una embarazada. Entre ellos se encuentra el pan, los cereales, pasta, arroz y patatas. Es recomendable tomar los cereales no refinados, es decir integrales, ya que contienen muchas más vitaminas y ácidos grasos esenciales. Además el contenido de fibra y proteínas se pierde en su mayor parte al refinarlos.
- Frutas y hortalizas: Las frutas y hortalizas además de contener mucha agua y fibra, proporcionan una fuente muy rica de vitaminas y minerales. Se recomienda comer por lo menos 5 raciones al día que incluyan, por ejemplo:
- Hortalizas de hoja verde,como espinacas, coles de Bruselas, brécol, etc.
- Frutos secos
- Las naranjas, mandarinas, moras, frambuesas, plátanos, etc.
- Los cítricos, kiwis, fresas, guayabas, etc.
- Los guisantes y las alubias frescas, como por ejemplo las lentejas.
- Las hortalizas de raíz, como las zanahorias, los nabos, etc.
- Los zumos de frutas y hortalizas, como las manzanas, arándanos, tomates, zanahorias, etc.
- Productos Lácteos: La leche, el queso y el yogur son alimentos ricos en calcio, que es uno de los minerales más importantes a la hora de desarrollar los huesos y dientes del bebé. La ingesta de productos lásteos debe ser de tres raciones al día.
- Proteinas: La carne, el pescado, el pollo, los huevos, los cereales, las legumbres y los frutos secos contienen proteinas que son necesarias para formar las células, los tejidos y los órganos del futuro bebé.
Aceites, grasas y azúcares: Los fritos, el azúcar, los dulces, las galletas, las patatas fritas, etc. son alimentos altos en calorías y bajos en nutrientes esenciales, por ello, deberían constituir una parte mínima de la ingesta diaria. No obstante, pequeñas cantidades de de azúcares y grasas son esenciales para proporcionar energía, facilitar la absorción de vitaminas liposolubles y mantener la piel y el cabello sanos.
Por último, no hay que olvidar que la ingesta de líquidos durante el embarazo es fundamental, ya que estimula el riego sanguíneo y proporciona nutrientes al bebé.