La anemia en el embarazo
octubre 21, 2009
La anemia es una dolencia bastante común durante el embarazo. Se produce cuando no hay suficientes glóbulos rojos en la sangre de la madre. Muchas mujeres embarazadas sufriran cierto grado de anemia en algún momento del embarazo, aunque la mayoría de los casos son leves y no causan ningún problema. Además, el organismo se encarga de desviar los recursos necesarios para el feto, siendo bastante improbable que él tenga un déficit de hierro. Aunque no hay que olvidar que la anemia es el resultado de anomalías hereditarias en hemoglobina, pudiendo poner en peligro la salud de la madre y la de su bebé.
La anemia más común en el embarazo es la anemia dilucional. La cantidad de sangre que circula por el organismo aumenta hasta en un 40 o un 50% para abastecer al feto. Este espectacular aumento se consigue principalmente mediante el incremento del componente sérico de la sangre. A medida que los glóbulos rojos aumenten al mismo ritmo, se diluirán, causando anemia dilucional.
La deficiencia de hierro es la otra causa principal de anemia durante el embarazo. Como el organismo tiene que producir suficientes glóbulos rojos para la mama y el bebé, para mantener el volumen de sangre durante el embarazo necesita más hierro.
La anemia por falta de hierro también puede ser causada por una carencia de ácido fólico, por pérdida de sangre o por una enfermedad crónica.
Síntomas de anemia durante el embarazo
- Fatiga y pérdida de energía.
- Palidez.
- Menos defensas para luchar contra las enfermedades.
- Mareos, desmayos, falta de aliento.
Tratamiento de la anemia en el embarazo
Durante el embarazo esta anemia se trata con un suplemento de hierro. Además, los alimentos ricos en hierro, como la carne roja, alubias, espinacas, pescado, pollo y cerdo, deberán formar una parte importante en nuestra dieta.
Para mejorar la absorción de hierro es necesario tomar vitamina C, así que el hierro puede ser acompañado con zumo de naranja, de tomate o de verduras.
En raras ocasiones existe una incapacidad para absorber la cantidad adecuada de hierro y será necesario administrarlo por medio de inyecciones. También se puede tomar ácido fólico o vitamina B12. En casos graves puede ser necesario hacer transfusiones de sangre, especialmente si el parto está cerca.