Parecidos entre padres e hijos

mayo 21, 2011  


El parecido familiar no es una cuestión de casualidad, estudios científicos han demostrado que está determinado genéticamente el parecido físico entre padres e hijos. Desde la unión del óvulo y el espermatozoide se establecen los caracteres hereditarios que se van a otorgar al niño y que ambos progenitores reparten a medias.

Las características que posee el recién nacido, como por ejemplo los rasgos faciales y la estructura corporal, se van haciendo más notorios con el transcurso del tiempo. Los transmisores de estas características hereditarias son los núcleos de las células sexuales, los gametos. Todas las células corporales tienen almacenado en sus núcleos el programa genético completo que transmite estas peculiaridades.

A diferencia del resto de las células corporales, los gametos poseen una disposición simple de cromosomas porque el óvulo y el espermatozoide tienen una sola misión: mezclarse en la fecundación para intercambiar su material genético. De este modo, se encuentran las hileras de cromosomas y se unen con los cromosomas de la otra célula.

Este “cruce” de cromosomas sucede como si fuera un “baile genético”, con normas estrictas y codificadas. El resultado es conocido con el nombre de cigoto, éste esta dotado de 46 cromosomas combinados y comienza rápidamente a dividirse. Nacerá de esta forma, un pequeño con las características del padre y de la madre, y uno sólo de entre los nuevos 1500 rasgos característicos posibles: el fenotipo.

¿Cómo se almacenan los rasgos y características en la masa hereditaria?

Los cromosomas se componen de genes, porciones del auténtico transmisor de la información hereditaria, el ácido desoxirribonucleico (ADN). En estas gigantescas moléculas espirales de doble haz se encuentra almacenada toda la información genética.

Para cada característica existe una doble formación cromosomática de dos genes (alelos) -uno del padre y otro de la madre-, pero solamente uno de estos dos se manifiesta como cualidad corporal externa al ser dominante.

El otro rasgo almacenado en el otro cromosoma y que no tiene manifestación externa, es susceptible de ser transmitido genéticamente, pero sólo se constituirá como rasgo externo o fenotipo, cuando su pareja en la reproducción sea portadora de esa misma propiedad hereditaria. Un ejemplo clásico es el pelo rubio, que se transmite de este modo; su variante dominante es el pelo negro.

Y después de leer la información expuesta, tu bebé; ¿Qué características predominantes crees que posee?

| Más



Comentarios

Una Respuesta a “Parecidos entre padres e hijos”

Trackbacks

Check out what others are saying about this post...
  1. [...] es que los genes, si no se encuentran activos, es como si no existieran. De esta forma, nuestro ADN, no nos condena: conocer la secuencia genética no significa tener acceso al conocimiento del [...]



Dejar un comentario