La estimulación de los bebés a través de las caricias
mayo 26, 2011
Todo ser humano necesita una dosis mínima de caricias para satisfacer su necesidad elemental de contacto corporal. Mientras que el contacto físico entre la madre y el bebé juegan un papel muy importante en culturas autóctonas; en los paises industrializados, casi se ha olvidado la importancia en el trato cotidiano ya sea, por falta de hábito, por falta de tiempo o inclusive por desconocimiento.
Cuando estamos cerca de un bebé nos apetece cogerlo y lo habitual es que nadie pueda resistirse a hacerle mimos y acariciarlo. La piel es un verdadero revestimiento de nervios; en los adultos, alcanza los 2m2 de superficie total, con presencia de muchos millones de terminales nerviosas a las que llegan los estímulos táctiles para ser reenviado a los tejidos nerviosos del cerebelo; lo que potencia aun más la estimulación. De aquí pasan a la corteza cerebral y finalmente al sistema límbico, sede de las sensaciones, donde se desencadena un delicioso estremecimiento.
El carácter placentero del tacto es algo consustancial al ser humano. Pero el poder del tacto parece ir más allá, pues ejerce un efecto tranquilizador, relajante y sedativo. Esto se debe a que en todos los contactos cariñosos, el cerebro libera endorfina, una especie de hormona cerebral vinculada al placer.
Otras observaciones han demostrado, lo importante que resulta para el desarrollo del bebé el contacto físico; las caricias y los besos que recibe los primeros días, lo hacen evolucionar más deprisa, al tiempo que potencian su resistencia a las infecciones.
La vida psíquica se beneficia también de los contactos epidérmicos cariñosos, que tienen la virtud de reducir notoriamente el miedo, el estrés y las frustraciones. Abrazarnos o agarrarnos del brazo de un ser querido con mayor frecuencia de lo que prescriben las convenciones sociales, tonifica tanto al cuerpo como al espíritu.
Mantener un contacto diario de abrazos y caricias entre todos los integrantes de la familia, nos proporcionará un estado de bienestar general y de armonía que será provechoso tanto para la pareja como para nuestros pequeños.