10 consejos para lograr buenos hábitos en la alimentación
julio 18, 2011
Los hábitos alimentarios se establecen durante la lactancia y la primera infancia, aquellas costumbres que el niño aprende de pequeño perdurarán para toda su vida. Para tratar que sus hábitos sean ordenados y saludables, he aquí algunos consejos a tener en cuenta:
- Respetar el hambre y la saciedad desde el nacimiento, estudios experimentales han demostrado que los niños pueden regular la ingesta de alimentos con precisión (son mecanismos de regulación innatos al igual que el sueño).
- Dejar pasar unas horas adecuadas entre comidas y evitar que “pique”, de esta forma se le otorga el tiempo necesario para que vuelva a tener hambre.
- Elegir alimentos caseros limitando aquellos enlatados o procesados, a causa de la cantidad de aditivos que poseen. Evitar la sal y el azúcar en exceso: lo mejor es que los niños conozcan los verdaderos sabores de las comidas.
- Para conseguir que sientan agrado por las verduras, es aconsejable presentarlas de forma atractiva, para ello, una técnica es utilizar colores diferentes al prepararla ( por ej. en puré o en sopas) y mezclarla con pedacitos de algo que les apetezca. No hay que obligarlos por la fuerza o pelear para que coman.
- El desayuno es muy importante: los niños rinden mejor física y mentalmente si han recibido un rico desayuno. Para ésto, los padres deberán sentarse a la mesa y crear el hábito todas las mañanas. Recuerde que los niños copian conductas.
- El momento de la alimentación debe ser en un ambiente tranquilo: si el transcurso de la comida es placentero, será más fácil incorporar nuevos platos.
- Las porciones: es aconsejable servir pequeñas porciones, de acuerdo a la edad del pequeño y el tamaño de su estómago, ya que porciones muy grandes, es probable que las rechace.
- La mesa: Se ha observado en grupos de niños que cuando se los agrupa en mesas y sillas para chicos, permanecen más tiempo y comen más.
- La comida no debe ser utilizada como premio o castigo: ellos vincularán en un futuro, alimentos permitidos a aquellos que recibieron como premio, y los prohibidos, aquellos que recibieron como castigo.
- Recordar que el llanto del bebé no siempre está relacionado con el hambre: dar de comer al pequeño cada vez que llora puede generar un adulto que tienda a relacionar la mayoría de los conflictos con la comida.