Esos extraños antojos durante el embarazo

Es normal escuchar que una mujer embarazada de repente experimente un ataque por comer alguna cosa insólita o padezca de un hambre feroz. Ya sea desde la mañana temprano, por la tarde e inclusive a entradas horas de la noche, muchas futuras madres en las primeras semanas de gestación, tienen el irresistible deseo de algo agrio o picante.

Aparece entonces el llamado “antojo”. Este puede ser desde un pepinillo o frutos en vinagre hasta una simple manzana. Por el momento, no se ha encontrado una explicación a este fenómeno. Se supone que las embarazadas perciben los cuatro gustos básicos (salado, ácido, amargo y dulce) con menos intensidad, y por ello el deseo de comidas con sabor más fuerte y muy especiadas.

Ocasionalmente, la mujer embarazada también puede sentir un deseo voraz de hambre y atracarse con cualquier cosa comestible. No es un tema preocupante, todos estos síntomas son frecuentes en la mayoría de las futuras mamás.

Es probable que también influyan las hormonas en este asunto. Se cree que la producción masiva de la hormona del cuerpo lúteo, que debe conservar la flexibilidad y suavidad de los músculos lisos para facilitar el parto, interfiere en las paredes del estómago y del intestino, por lo que el estómago emite una difusa sensación de hambre.

Además, durante la gestación todas la glándulas de secreción interna trabajan a tope. Es posible que por esta razón, el cuerpo necesite más nutrientes, vitaminas y minerales. Pero todo esto no alcanza para explicar la razón de los famosos antojos, como tampoco el hecho de que a las embarazadas les baste con mirar u oler una determinada comida para sentir repugnacia.

Un marido amoroso y comprensivo será necesario para esta etapa y además que esté dispuesto “a correr a altas horas” de la madrugada para poder satisfacer a su querida esposa. Ella bien se lo merece. Esta susceptibilidad desaparecerá pronto, lo más probable una vez que se produzca el parto.