Oftalmología: problemas en la vista de bebés y niños de hasta 3 años

octubre 25, 2011  


Alrededor de un 20% de los niños presentan algún problema en la visión, por lo tanto realizar un control a partir de los 2 años es lo más indicado. Más allá de que el pequeño no muestre señal de perturbación visual, la visita al oftalmólogo es necesaria para prevenir futuros traumatismos.

Los especialistas sugieren realizar una revisión cada dos años; detectar posibles anomalías de manera anticipada ayudará a corregir cualquier problema con mayor rapidez. A partir de los 5 años, el control deberá ser una vez al año.

En los bebés, algunos síntomas relacionados a la apariencia de los ojos pueden indicar problemas en la visión; por ejemplo, el temblor o desvío de los ojos sin motivo, las pupilas muy grandes o muy pequeñas, las pupilas opacas como si estuvieran nubladas, los ojos desalineados y volcados hacia afuera, etc.

En niños un poco más grandes, los problemas de la vista pueden provocarles dificultades para correr o realizar distintos movimientos, lagrimeo constante y escozor en los ojos, o necesidad de comprimir los ojos para visualizar algún objeto lejano.

Si algunos de estos síntomas se presentan deberá realizarse una pronta visita al oftalmólogo.

Formas de estimulación visual por etapas:

Recién nacido a 1 año

Durante el primer año de vida el bebé se interesa por los colores fuertes y objetos de mucho contraste, para ello se sugiere estimular la visión del pequeño con juguetes y muñecos con variedad de colores y contrastres, contando con una buena iluminación en su habitación.

A su vez, se recomienda ubicar la cuna en diferentes posiciones para que  pueda captar distintos panoramas. Cuando el bebé note su presencia, habrá que mover la cabeza para que el pequeño acompañe dicho movimiento con sus ojos: de esta forma se le está brindando una mayor habilidad visual. También se pueden usar espejos y luces alrededor de la cuna para que estimule su atención.

De 1 a 3 años

El estímulo durante esta etapa es la exploración. Su cuerpo comienza a gatear, caminar y correr, por lo tanto su interés se centrará en objetos que estén más alejados. Comienza una etapa de coordinación ojo-mano, donde articulará juguetes y los podrá apretar, encajar o montar. Para este período se recomiendan los juguetes de encastre, en especial aquellos que tengan brillo, color y contraste, como también los juegos con pelotas para que el niño siga con su vista el movimiento de ir y venir.

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