Cómo mejorar la alimentación en niños obesos

El menú ideal para un niño que sufre de sobrepeso es aquel que está compuesto principalmente por verduras, frutas, legumbres y lácteos. Preparar una rutina alternando la variedad que encontramos de estos productos, puede resultar además de nutritivo, muy sabroso para los pequeños.

Modelo de menú (1800 calorías)

Desayuno: Una tostada con mermelada y margarina. Leche, zumo natural.

Almuerzo: Zumo, fruta.

Comida: Arroz o pasta o legumbres (cocidas). Filete de ternera o pollo a la plancha.

Merienda: Yogur o queso montado de jamón serrano con aceite de oliva. Fruta.

Cena: Sopa o puré, ensalada de atún o sardinas con tomate. Leche.

Es importante el consumo de productos lácteos desnatados ya que aportan el calcio necesario para el desarollo de los huesos. La leche es una gran fuerte de minerales; el queso, además de proveer minerales, genera una sensación de saciedad que puede resultar muy provechosa, tanto a media mañana como por la tarde.

Para el sistema cardiovascular, nada mejor que el aceite de oliva en crudo; el pan, rico en carbohidratos, es importante para proporcionar energía. Se puede optar por alternar las tostadas con mermelada y margarina, por unas tostadas con aceite de oliva.

Si bien las legumbres no son lo que más apetece a los pequeños, es fundamental incorporarlas a la dieta. Las mismas resultan tan energéticas como la carne, con la ventaja de ser bajas en grasas. A su vez, otorgan gran cantidad de minerales (hierro y calcio), imprescindibles para el niño en desarrollo.

Otro aliado de la dieta tiene que ser el pescado azul: tanto el atún como el lenguado, las sardinas y los boquerones poseen propiedades muy beneficiosas para la circulación y el corazón. Evitar por otra parte, el abuso de empanados y fritos intentanto consumir siempre las carnes y los pescados, a la plancha. Los huevos pueden comerse cocidos, en bocadillos, ensaladas o en tortilla.

De todas formas, siempre será necesario consultar previamente con el pediatra o el nutricionista sobre estas cuestiones, en especial, si el niño presenta una incipiente enfermedad. Los especialistas indicarán en cada caso en particular, qué tipo de dieta conviene que el pequeño realice a partir de sus características personales. Recordemos que no todos los organismos son iguales.