El raspado uterino: utilización y cuidados especiales
febrero 3, 2012
En algunos casos, los embarazos no continúan su curso natural y terminan con interrupciones voluntarias o abortos espontáneos. El útero suele expulsar el embrión de manera natural pero muchas veces quedan restos de placenta. Para poder eliminar la placenta en su totalidad, se practica lo que se denomina un “raspado”. El mismo consiste en una intervención médica que puede realizarse con anestesia local o general y que dura alrededor de media hora.
Si bien esta intervención puede resultar un tanto molesta, es mínima la posibilidad de sufrir complicaciones posteriores. Entre los riesgos probables pero poco frecuentes, podemos encontrar aquellos asociados a la punción del útero, el desgarro o ruptura del cuello uterino y la cicatrización del revestimiento uterino.
El método de raspado consiste en un sistema de aspiración a través de una cánula. Si el útero se presentara demasiado cerrado, es probable que el cirujano realice una dilatación del cuello. Generalmente el dolor que puede producir dicha intervención remite más a un factor psicológico que físico. Un embarazo interrumpido siempre resultará una situación difícil de enfrentar y superar.
En la actualidad, gracias a los avances tecnológicos y el uso de anestesia, la técnica de raspado resulta indolora y lejos está de lo que sentía una mujer con el antiguo raspado que serpracticaba con una “cuchara”. La aspiración no provoca lesiones ni deja mucosas en las paredes del útero. Este mismo procedimiento es utilizado como técnica abortiva para extraer un feto.
Por otra parte, los riesgos de sentir molestias postoperatorias es muy bajo. Los dolores posibles después de la intervención pueden compararse con los menstruales. Puede haber pequeños sangrados durante algunos días y dolores de espalda. De todas maneras, en el caso que se presente un sangrado prolongado y abundante o intensos dolores, será conveniente consultar al ginecólogo.
Para intentar volver a quedar embarazada, será necesario esperar un período de dos ciclos, que es el tiempo que tarda el útero en reconstituirse. Es recomedable también, evitar el uso de tampones o realizarse duchas de baño, durante el plazo de diez días posteriores. Se deberá evitar también mantener relaciones sexuales durante dos semanas. La recuperación de la mujer después de realizado el raspado es de alrededor de una semana; después de dicho plazo ya estará lista para comenzar con sus tareas habituales.