El control odontológico durante el embarazo

Durante el embarazo es muy importante realizar una cuidadosa higiene dental para no tener que sufrir aquello que nuestras abuelas decían respecto a que “cada embarazo se lleva un diente”. Si bien en otras épocas se creía que era así y quizás no se comprendía bien porqué , en la actualidad existe una explicación científica al respecto.

Durante la etapa de gestación la producción de progesterona y los estrógenos (hormonas que aparecen en la pubertad) aumentan en mayor cantidad a lo habitual, alterando la capacidad de respuesta inmunológica frente a la placa bacteriana. Esta aparece pegada a los dientes como una línea amarillenta en la cavidad bucal.

La placa bacteriana puede ser ácida o básica. En el caso de la primera, existe un predominio de bacterias que, al metabilizarse, generan ácido láctico y en contacto con el diente, produce lo que conocemos como caries. Si las caries  aparecen en las raices, significa que estamos ante la presencia de actinomines.

Por otra parte, si hay bacterias que metabilizan sustancias básicas, notaremos inflamación en las encías que pueden producir lesión en el periodonto si se deja avanzar. El periodonto es un tejido de sostén del diente que permite su movilidad, por lo tanto, podria producirse finalmente la pérdida de la pieza dentaria.

En una boca sana, puede aparecer durante esta etapa una “gengivitis de embarazo”, pero si la mujer tiene antecedentes gingivales, éstos se agudizarán aun más. Algunas estadísticas indican que aquellas madres que padecen problemas gingivales avanzados presentan 7 veces más, el riesgo de tener un parto prematuro como también hijos con bajo peso.

Es por ello que es muy importante la visita regular al odontólogo durante el embarazo, manteniendo una dieta balanceada y una correcta higiene bucal.

Recomendaciones para el cepillado

 Utilizar un cepillo seco empleando la técnica que indique el profesional. Masajear dientes, encías y lengua, usar hilo dental y si fuera necesario, refrescar con algún enjuagatorio fluorado.

 La constancia en la higiene bucal es indispensable, tomando conciencia de la importancia sobre este asunto, tanto en la salud de la madre como en la del bebé que está por nacer.