Qué son las convulsiones febriles y cómo actuar frente a ellas
junio 26, 2012
Las convulsiones febriles son manifestaciones que afectan generalmente a niños menores de 5 años y que vienen acompañadas de una pérdida de la conciencia, rigidez, movimientos anormales y fiebre. El pequeño puede a su vez, efectuar sacudidas musculares de una parte o todas las extremidades, junto a movimientos de ojos y de mandíbula. Al finalizar este proceso el niño siente cansancio y sueño, pudiendo quedar dormido.
Si bien las convulsiones febriles no son peligrosas, llegan a provocar una gran preocupación en los padres ante la manifestación de las mismas. Hay que tener en cuenta que estas convulsiones son diferentes a la epilepsia. Tampoco se las debe confundir con escalofríos, delirios, o síncopes febriles.
La epilepsia es una enfermedad crónica en la que el cerebro provoca descargas nerviosas y que se controla con medicamentos específicos durante varios años. En el caso de las convulsiones febriles, éstas son benignas, no representan mayor peligrosidad y cesan por sí solas la mayoría de las veces.
Cómo actuar frente a una convulsión febril
- Colocar al niño boca abajo, en una superficie blanda y con su cabeza hacia un lado, para evitar aspirar el vómito en caso de que se produzca.
- No intentar impedir los movimientos convulsivos.
- Quitarle la ropa y administrar un antitérmico para bajar la temperatura (preferentemente paracetamol).
- No utilizar nunca agua fría debido a que los escalofríos pueden llegar a aumentar la temperatura.
- No introducir ningún elemento en su boca.
Trasladar de inmediato al servicio de urgencias si:
- La crisis se prolonga más de 15 minutos. Este tipo de convulsión debería cesar lo antes posible; si se prolonga más allá de los 20 minutos, puede generar algunas secuelas tales como retraso en el aprendizaje o una epilepsia.
- La convulsión fue breve pero volvió a repetirse.
- La convulsión no fue generalizada si no de una pierna o un brazo.
- La fiebre no desciende con el suministro de antitérmicos.