La deshidratación en los niños
julio 6, 2012
Los niños también pueden tener una pérdida de agua y sales en su organismo que los conduzca a padecer una deshidratación. El cuerpo de los bebés recién nacidos y de los lactantes está compuesto por un 80 % de agua; por tal motivo, si se produce una pérdida de agua y sales a través de diarreas, vómitos o excesos de sudor, tanto por vía digestiva como cutánea, es muy probable que su organismo sufra una deshidratación.
Los especialistas consideran que una pérdida de hasta un 5% de agua es leve; hasta un 10% es moderada, pero más de un 10%, es una situación severa. Esta última puede inclusive provocar un shock y la posterior muerte del niño.
Una de las causas más frecuentes que produce la deshidratación en los pequeños es la gastroenteritis, la cual puede ser muy grave en bebés debido a que su organismo no puede regular de forma correcta la pérdida de agua producida por vómitos y diarrea, y porque al ser tan pequeños aún no saben pedir agua.
Es importante que durante esta etapa sean sus padres los responsables de observar los síntomas característicos de una deshidratación para poder actuar cuanto antes frente a ella. Si se sospecha que el niño está frente a una posible deshidratación, no dude en llevarlo de inmediato al servicio de urgencias.
Cómo reconocer los síntomas
- El pequeño se muestra irritable y quejoso
- La orina del niño se nota concentrada
- La piel está muy seca y se forman pliegues fácilmente. La fontanela de los bebes más pequeños suele estar hundida.
- El objetivo del tratamiento será recuperar el equilibrio del nivel de hidratación del cuerpo; para lograrlo, será necesario administrar líquidos por vía oral (según el caso, puede ser también por vía intravenosa), siendo supervisado por el pediatra, quien indicará cuál será el método más eficaz a considerar.
- Si el niño tiene mucha fiebre, efectúa varias deposiciones líquidas y su piel y labios se ven muy secos, consulte de inmediato con su pediatra de confianza.