Cómo debemos actuar frente a un atragantamiento del niño
octubre 1, 2012
Un atragantamiento puede sucederle a personas de cualquier edad, pero puede resultar más grave en recién nacidos y niños pequeños.
Los síntomas son sensación de ahogo y accesos de tos (esfuerzo espontáneo para expulsar el alimento) cuando el alimento o la saliva pasan fortuitamente a la tráquea y a veces hasta los bronquios (se dice que la persona se “está ahogando”).
El error en la deglución provoca una distensión mecánica y reacciones de tos que pueden resultar muy dolorosas. La sensación de ahogo también provoca angustia. En casos aislados, si no se toman las medidas urgentes, puede ocurrir la muerte por asfixia.
Cómo actuar frente a un atragantamiento
- Doblar hacia adelante el tronco del pequeño que se está ahogando y golpearle fuerte en la espalda.
- Si eso no es suficiente, colocarse detrás del niño, rodeándolo con los brazos y presionar al nivel de la boca del estómago con un movimiento rápido y enérgico, con una mano cerrada y la otra abierta haciendo presión.
- Bebé y niño muy pequeño: recostarlo sobre nuestro antebrazo, con la cabeza hacia abajo, y golpear la espalda entre los dos omóplatos, con pequeños golpes secos, sin violencia.
- Si el niño es más grande, colocar el cuerpo sobre nuestras rodillas, con la cabeza hacia abajo, y golpearle la espalda.
- Si la obstrucción persiste más allá de unos segundos a pesar de los esfuerzos de la tos, o si la tos parece imposible, es un caso de urgencia extrema que requiere una maniobra inmediata.
- Consultar con un médico si ocurriera a menudo; puede ser un trastorno neurológico que afecta el control de la deglución o una lesión orgánica (fístula) que comunica el tracto digestivo con el árbol bronquial.
- No intentar jamás retirar el alimento metiendo el dedo en la garganta al estar de pie. Eso sólo lo empujaría más y podría desencadenar un espasmo laríngeo que complicaría la situación.