La práctica de esquí en niños principiantes

El esquí es considerado una de las disciplinas más destacables en las olimpíadas cuyos participantes durante cada evento,  continúan obteniendo interesantes  triunfos y reconocimientos. El esquí es una práctica deportiva que además brinda divertimento; y dado que es muy frecuente que  padres a hijos la compartan,  día a día  se van incorporando más seguidores para disfrutar de este deporte tan completo en la nieve.

Podemos considerar que es entre los 5 y los 6 años, el momento propicio para que el niño comience con sus prácticas. Se estima que a partir de dicho período ya estarían desarrolladas sus capacidades psicomotrices para poder realizar dicha actividad; iniciarlo previamente, sería exponerlo a un riesgo innecesario.

Para ello, también habrá que tener en cuenta la capacidad y el desarrollo neuromotriz de cada niño en particular. Consultar para ello con el pediatra de cabecera si cree que nuestro niño se encuentra listo para iniciar esta práctica.

Al principio, el pequeño deberá practicar y aprender esta disciplina sobre la nieve al cuidado de un adulto bien capacitado (entrenador) o de  un profesor de esquí que sea idóneo en la práctica de este deporte.  De la misma manera, el sector utilizado deberá estar totalmente preparado con la debida protección: estas zonas en general son llamadas pistas verdes.

La opción más satisfactoria para que un cursillo resulte totalmente confiable es asegurarse de que cuenta con adecuados monitores especializados. Recordar de todas maneras, que lo primordial es que el niño se sienta contento y cómodo, y que dicha actividad la inicie por propia voluntad  y nunca por imposición.

A través de estos cursos, los niños son motivados a desarrollar virtudes tales como el orden, el respeto y un buen grado de compañerismo. De esta forma los pequeños consiguen a través de los juegos,  alcanzar sus objetivos, descubrir el equilibrio y desarrollar nuevos vínculos en la nieve.